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Con el transcurso del tiempo han surgido muchas formas de artesanías con diferentes técnicas y en diversos materiales, dejando de lado las más antiguas y tradicionales para dar paso a nuevas artesanías. Sin embargo, hay algunas que aún se elaboran en forma silenciosa, como es el caso de la lanigrafía que en Vicuña sigue sobreviviendo gracias a la perseverancia de una antofagastina que se radicó en el valle para expresar su arte a través de las lanas, los colores y las formas.

María Antonieta Cavallero Mercado, cuenta que practica esta técnica desde que trabajaba en una escuela mientras se desempeña en su profesión de asistente de la educación en niños con discapacidad y usaba la lanigrafía como una técnica de relajación. Hace cinco años ella está usando la misma técnica que utilizó Violeta Parra, pero con trazos completos y con cuadro cerrado completamente con lana. Sus motivos principales en sus obras son la mujer, los instrumentos musicales y el Valle de Elqui.

“Utilizo lana común y corriente a menos que desee trabajar con distintas texturas y darle otro enfoque al cuadro. Demoro dos días en un cuadro con diseño simple y unas tres horas en un cuadro chico. Los turistas extranjeros prefieren este tipo de trabajo porque en otros países no se ven este tipo de artesanía, según lo que ellos mismos me cuentan”, explica.  Además, María Antonieta, se dedica a confeccionar atrapasueños, mandalas y llaveros que los teje con la técnica del crochet.

Confiesa que seguirá realizando lanigrafía en Vicuña, potenciando la presencia de la mujer en sus cuadros: “Definitivamente me inspiran las mujeres y siempre va a estar presente una mujer en mis cuadros”, subraya María Antonieta Cavallero Mercado.

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